lunes, 24 de octubre de 2011

Faster, Pussycat! Kill! Kill!


Amigos de la velocidad, el sexo y la violencia; hoy os traigo un clásico. La ranciez (¿existe esta palabra?) convertida en culto. "Más rápido, Gatita! Mata! Mata!"
Película de 1965 englobada en el género exploitation, que va pues de eso, explotar de forma morbosa la violencia y el sexo o lo que sea. Bueno mirad la wikipedia para saber más, que es donde lo estoy mirando yo.

"Ladies and gentlemen, welcome to violence" Así empieza un prólogo narrado sobre sexo y violencia en el que, la verdad sea dicha, me perdí entre tanta tontería. Pero esos treinta segundos de sesuda filosofía se desvanecen en la nada cuando salen en pantalla sus tres protagonistas: ¡Tres go-gos jamonas!Yeah!
Las describiré para que os hagáis una idea. Varla, la líder del grupo tiene un poco de sarnazo. Una especie de travelo con las cejas pintadas a boli. Lo compensa con el mejor escote de la época. Rosie, que podría salir perfectamente en "Jersey Shore", es un poco choni, tiene acento de güido y actúa como el culo. Lo compensa con el segundo mejor escote de la década. Y por último Billie, que es la rubia. Es la que está más buena; por eso lleva menos escote.

Bueno, pues las tres van en coches deportivos por el desierto ahí super chungas, locas y autosuficientes. Se encuentran con uno que corre con su coche para batir su tiempo personal. Un buen tipo que no molesta a nadie. Las tres go-gos se meten con él diciendo que es un débil con frases como: "I don´t beat clocks, just people!" y acaban matándole gratuitamente y raptando a su novia.
Llegados a este punto haré un inciso para comentar las penosas escenas de violencia. A Van Damme se le da bien hacer escenas de violencia. A estas chicas no. Las peleas se limitan a rebozarse por el suelo y dar golpes del conejo con el canto de la mano. Pero bueno, aún así hay muertes.

Y llegamos al meollo de la película. Todo lo anterior no viene a cuento. Es más, tienen que cargar con la chica secuestrada todo el rato. Para el que le interese, la chica secuestrada va siempre en bikini. 
El trío pectoral se entera de que en un rancho vive un viejo y sus dos hijos y que están forrados. Así que van directas a por la pasta. Obviamente el viejo flipa al ver entrar a esas mujeronas por la puerta de su rancho y las acoge con sumo gusto. Así, tras un buen rato de vagas seducciones, intentos de fuga y tonterías varias, se empiezan a matar entre ellos. 

Pues de esto es lo que va esta peli. Una película cimentada en violencia, coches y pechos. Y no me rio de ello. Ole Russ Meyer (el director) por hacer una película así en los años 60. Obviamente me rio de lo cutre del asunto. Pero habréis notado poca malicia en mis comentarios.
Demos todos las gracias a "Faster, Pussycat!" por ser la madre de mierdas como "Fast and Furious" o de dar ideas a Tarantino.
Lo que pasa es que hay una gran diferencia. "Faster, Pussycat!" fue, como poco, escupida por el público de su época.Cincuenta años después, el mundo ha cambiado tanto que de "Fast and the Furious" hay, creo, cinco películas y "Death Proof", del amado Quentin, es poco menos que una obra maestra. ¿Qué nos ha pasado?

Lo mejor: 

Lo peor: Ni un sólo desnudo explícito.
Conclusión: Es triste aguantar una hora y media de película a base de escotes estrategicamente dispuestos a lo largo del tiempo.



domingo, 2 de octubre de 2011

No habrá paz para los malvados


Las comparaciones son odiosas. Vamos a comparar dos películas.
No habrá paz para los malvados / No es país para viejos.
Santos Trinidad (Coronado) / Anton Chigurh (Bardem) persiguen a uno para matarle.
Santos / Anton tiene un nombre de coña.
Santos / Anton es malperseguido por la ley.
Santos / Anton está jodido de la cabeza. (Santos, al ser español, aparte es un borracho). 
Santos / Anton es casi inmortal y se autocura heridas graves en un cuarto de baño.
Santos / Anton tienen un gusto exquisito por las escopetas.


A lo que voy es que es inevitable ver similitudes. No sólo en el personaje, sino también en el ambiente que rodea a esta peli. Obviamente hay muchísimas diferencias. Diferencias que hacen que la peli de los Coen sea una de las grandes y "No habrá paz..." se quede a medio gas. Veamos las tres diferencias más destacadas según mi dudoso criterio.


1º Claramente rodar una peli en los USA ofrece un efectismo visual que, a la inmensa mayoría de paletos de aquí, nos mola más. Incluso los protagonistas lo petan más. No es lo mismo que el policía sea el gran Tommy Lee Jones a que sea el colega Juanjo Artero, que parece que estoy viendo un capítulo de "El comisario". Y esto es así. Llamadme ignorante, pero es que los focos de Hollywood me ciegan.


2º La peli de los Coen va de uno que persigue a otro. ¿Y no es un coñazo dos horas así? No. ¿Por qué? Porque los personajes son increíbles. Son una mezcla de realidad fantasiosa cojonuda. Ellos sólos son capaces de llenar minutos y minutos sin que te des cuenta.
En cambio en la peli de Urbizu, el único personaje que lo peta es el protagonista Santos Trinidad. El resto son la misma españolada a la que estamos malacostumbrados. Con unas actuaciones dignas de serie de televisión, no me extraña que el personaje de Coronado sea tan poco sociable.


3º Como las actuaciones no son suficientes para aguantar el peso de la película, Enrique Urbizu se dedica a rellenar minutos con una trama de coña. En un principio, te venden la película como la búsqueda que Santos Trinidad lleva a cabo con el fin de matar a un testigo que le ha visto aplicar ley y orden a tres tíos. Esta trama le da juego al director durante unos veinte minutos. ¿Qué hacer entonces? Complicar la historia, meter paja y meter personajes. Así, durante la película pasan por la pantalla narcotraficantes colombianos, asesinos a sueldo, policías, jueces, confidentes y gentuza que no nos importa. Al final, el idiota al que persigue Coronado resulta ser un extremista de Al Qaeda que va a cometer un atentado en Madrid. Bueno, se monta una trama tan de coña que a cualquier espectador decente le entraría la risa. Mientras tanto, Coronado, impertérrito, pasa a través de toda esta maraña de turbiedad sin inmutarse. Manteniendo el tipo en una película a la que por minutos se le empieza a ir más y más de las manos al director.


Lo mejor: Santos Trinidad nos da una clase magistral de cómo beber cubatas.
Lo peor: Intentar esconder una mierda de trama bajo una buena actuación.
Conclusión: En Mouth on Fire no habrá paz para los malvados.