jueves, 29 de enero de 2015

Rarezas y caras B

Era cuestión de tiempo. Mi segunda entrada en el blog aficciones.net no ha sido aceptada. Así que aprovecho mi propio blog como basurero de descartes. No sigue el mismo estilo del resto entradas pero en el fondo no deja de ser una crítica a las maravillas que nos hace ver Hollywood. Disfrutad y leed lo que otros no pueden.

EPÍLOGO



Hoy escribo mis últimas líneas. Este anciano en el invierno de su vida quiere dejar un último legado antes de que las sombras crepusculares apaguen su luz interior. Tembloroso, me apresuro a compartir el relato de lo que un día fue mi miserable vida.
Mi nublada mente apenas es capaz de recordar algún leve esbozo de mi niñez o adolescencia. El rostro de mis padres no es más que una imagen borrosa y lejana. Gran parte de mi demencia se debe a un alto consumo de estupefacientes. En realidad, la primera imagen que tengo de mi persona es la de un hombre ya adulto, sin oficio ni beneficio, que mataba el tiempo fumando hierba sin importarle en qué día vivía. Sin esperanzas ni sueños en la vida, tiré a la basura mis mejores años. Sin familia o amigos, sin empleo ni ilusiones,  la vida se me escurría entre los dedos tirado en el agujero sombrío que me servía de hogar.

Hasta que una fatídica noche, la cruda realidad llamó a mi puerta. La Guerra. Fui sacado a la fuerza de mi agujero y  reclutado por una pequeña avanzadilla de milicianos con el fin de luchar por una causa totalmente ajena a mí. Para ellos, yo no era más que un instrumento. Un mero utensilio que no dudarían en abandonar cuando no fuese útil para sus intereses.
Mucho antes incluso de plantar batalla comenzó mi particular martirio. Caminé hacia el frente cientos de kilómetros totalmente descalzo, expuesto a los climas más extremos. Fui víctima de contínuos ataques racistas y sufrí el desprecio contínuo por parte de mis compañeros de viaje debido a mi físico. Pero todo esto no era más que el preludio de lo que estaba por llegar. Me esperaba el horror.
Me vi inmerso en la más cruda de las batallas jamás vista hasta el momento. Ejércitos llegados de los cuatro puntos cardinales movidos por la llamada de la codicia. Todos dispuestos a masacrar por un puñado de monedas. Una pesadilla movida por el oro y el racismo. Me vi obligado a cometer acciones de las que no estoy orgulloso. En estado de shock, luché y maté en las trincheras de un campo de batalla hostil. Y en el sinsentido de esa guerra, murió la persona que fuí. Si algo bueno quedaba de mí, yace ahora entre el barro y la sangre de soldados caídos. Acabada la batalla, me invadió una inexplicable sed de avaricia. Así, tras robar, expoliar y saquear, fuí de los pocos afortunados que pudo regresar a su hogar. Un hogar donde nadie me esperaba.

El regreso fue duro. Extenuado, tuve que presenciar cómo mis vecinos y familiares lejanos asaltaban mi casa. Pero ya nada me importaba. Volví al agujero de la autodestrucción. Nunca conocí el amor. Durante años, mis únicos compañeros fueron las adicciones y el botín que robé en la guerra. Una reliquia que a la larga sería reclamado por sus derrotados dueños.
Así, por culpa de mi infinita codicia, traje la guerra hasta la puerta de mi casa. Un poderoso enemigo que venía a reclamar lo que una vez le arrebaté. Pero ya era tarde para mí. Tarde para enmendar mi error. Yo ya era un anciano que contaba sus días. Ya no quedaba vida en mi interior. Así que, antes de retirarme a la antesala de la muerte y escribir estas líneas, cargué todo el peso de mi error en la única persona que me tuvo algo de afecto. Mi sobrino Frodo.

Historia de una ida y una vuelta, 
un relato de Bilbo Bolsón.


viernes, 9 de enero de 2015

aficciones.net


A partir de ahora, doble ración de Mouth on Fire! 
Desde hoy mismo, un servidor comienza a colaborar con la web aficciones.net. Un espacio dedicado al mundo de la miscelánea y el entretenimiento. Arte, Cine, Literatura, Música, Videojuegos y demás artes se prestan a ser comentadas, revisadas o criticadas.
Pues eso, si alguno de vosotros carece de criterio y le sobra tiempo sabe que me puede encontrar por allí (normalmente en la sección de cine). Aprovechad que, de momento, no me vetan de por vida por escribir memeces.
Como siempre, estaréis informados de cada nueva entrada que escriba. Como se que mamoneáis mucho y estáis todo el día mirando mierdas por internet, os mantendré al tanto por mi página de facebook

Lo mejor: Mi primera entrada es sobra Tarantino, que sé que os gusta.
Lo peor: Oculto mis carencias literarias añadiendo dibujitos a mis textos.
Conclusión: La gente no tiene criterio. Ni vosotros, ni los de aficciones y, obviamente, ni yo. Meteos en Marca.com que ahí si que hay artículos interesantes.

jueves, 8 de enero de 2015

Interstellar


A Christopher Nolan se le ha ido la olla. Ha alcanzado un nivel superior y ahora parece ser que es astrofísico. Y como le han debido de dar beca en la NASA, ha decidido darnos a todos unas lecciones de superficial realidad.
Muy bien el detalle de que en el espacio el sonido no se propaga lo suficiente como para ser audible. No es necesario que me pongas cien planos en "mute" de cosas que supuestamente harían ruido. Muy guapo el agujero negro. Sí, ya he leído que te ayudó no se quién a diseñarlo y ha asombrado a la comunidad científica por su realismo. ¿La dilatación del tiempo en campos gravitatorios extremos? Aham. ¿Que Matt Damon está panceta? Hace tiempo que vimos el anuncio de Nespresso. ¿Gravitones? ¿Neutrinos? ¿Fotones? ¿Gritones?

Pero mientras Nolan echaba cuentas para calcular con minutos y segundos cuánto se tarda en llegar a Saturno, se le olvidó el guión en su casa de la Tierra.
Pero, ¿es que no hemos aprendido nada en estos años? ¿Quién es ese tal guión que parece que siempre tiene que estar? Maestría detrás de la cámara, rigor científico, un buen fajo de dólares y una epicidad infundada por sus casi tres horas de metraje son más que suficiente para llevar a cabo una patochada de niveles cósmicos.

Sin duda es de las películas que más aturdido me ha dejado en los últimos años. No se si es que a mí se me ha nublado la mente y es un peliculón o que realmente alguien se está riendo de nosotros. Yo creo que es lo segundo.
Por lo visto Matthew McConaughey (intenta escribirlo sin la ayuda de Google) es el alfa y el omega. Es el primer granjero galardonado con un Nobel. Compagina la recogida del boniato con una ingeniería aeroespacial. Lo que le pasa es que sale poco de casa y por eso no se da cuenta de que entre sus campos de maíz hay escondida una base super secreta de la NASA. Obviamente, después de llevar 45 años viviendo allí, era cuestión de tiempo que la descubriese.
He aquí el meollo de la cuestión. La NASA anda corta de astronautas y meten al amigo Matthew en una nave para buscar planetas habitables en otras galaxias. Pues ya lo típico, aventurillas en el espacio aderezadas con agujeros negros y alocadas paradojas temporales.

Pero Matthew lo revienta tanto y es tan dueño y señor del espacio y del tiempo que, en lugar de descubrir otro planeta, lo que descubre es ¡la Quinta Dimensión! Una quinta dimensión que se encontraba escondida detrás de la estantería de la habitación de su hija. Algo bastante decepcionante el hecho de ser una especie de semiDios con un increíble poder acotado a unos pocos metros cuadrados.
Total, que gracias a Matthew, la Humanidad se hace dueña y señora del espacio, el tiempo y la gravedad. Que se aparten las reglas que rigen el Universo que aquí vengo yo.

Lo mejor: Que la hija haya salido al padre y sea ingeniera aero espacial del universo.
Lo peor: Que el hijo haya salido al padre y sea un granjero analfabeto que viste petos.
Conclusión: Dominada la quinta dimensión, se puede decir que la Humanidad ya se ha pasado la vida.