jueves, 9 de marzo de 2017

Manchester frente al mar



Como se que no frecuentáis este tipo de películas, os la resumiré comparándola con una película más amigable y adecuada a nuestro nivel cinematográfico.
¿Recordáis la obra maestra "Solos con nuestro tío", esa película con Macaulay Culkin y que fue el prólogo de las míticas "Solo en casa"? El tema era sencillo, unos padres de familia tienen que dejar a sus hijos a cargo de su tío Buck, un soltero bebedor de cerveza e irresponsable incapaz de llevar una vida convencional. La gracia estaba servida, un tío desastre que de la noche a la mañana tiene que sentar cabeza para convertirse en la figura paterna temporal de sus sobrinos. Risas mil.

Pues "Manchester frente al mar" es el remake. Unos pequeños arreglos dramáticos convierten un clásico de la risa de los 90 en una seria candidata a los Oscars de 2017.

Lo primero es sustituir al tío. Ya no vale el rellenito y bonachón John Candy. El tío Buck hacía gracia, pero ahora hay que buscar drama, caras lánguidas y miradas vacías. Para eso llamamos a Casey Affleck, un actor que siempre ha hecho papeles de relleno pero que de la noche a la mañana se proclama actor del año. Y nosotros sin darnos cuenta. Pum, Oscar en tu cara. Metiéndonos a los Affleck con calzador.
Luego está el sobrino, el segundo protagonista de la película. En la de "Solos con nuestro tío" era Macaulay Culkin. Es verdad que si querían drama podían haber vuelto a contratarle. Hubiese sido un puntazo, pero bueno, en su defecto el papel de sobrino es interpretado por un chaval aleatorio. Cuanto más Don Nadie sea mejor, para que nos fijemos bien en el nuevo adalid de la interpretación dramática, el tío Casey.
Padres. Aquí hay un cambio sustancial. En la peli de risa los padres no están en casa porque tienen que salir fuera el fin de semana. En la peli de llorar los padres no están en casa porque una es alcohólica y el otro está muerto. Así.
Hay otro dato que aporta mucho drama. Si bien el tío Buck era un bebedor de cerveza borrachín y divertido, el tío Casey es un bebedor de cerveza alcohólico y sociopata. Los dos consumen la misma cantidad de alcohol, pero parece ser que el pequeño de los Affleck tiene peor beber.

Estos arreglos, junto con la flamante historia personal de Casey, convierten esta película en un vendaval dramático que azota la eterna cara de paisaje de nuestro protagonista mientras se mantiene estoica durante dos horas de tristeza interna. Un círculo perfecto que cierra una saga mágica del cine.

Lo mejor: Casey Affleck, como ya tiene un Oscar, se puede permitir el lujo de dejarse una barba desaliñada. Un estilo solo al alcance de los actores que están por encima del bien y del mal en Hollywood.
Lo peor: Ser un gordo borrachín como el tío Buck hace mucha gracia... hasta que te encuentran muerto en un hotel de México por un infarto con tan solo 43 años.
Conclusión: "Solos con nuestro tío" nos la vendían en España como "La nueva película del protagonista de Solo en casa (1990)" a pesar de que "Solos con nuestro tío" (1989) se rodó un año antes. Es decir, que era tan mierda que a España solo llegó tras el tirón de "Solo en casa".