lunes, 18 de noviembre de 2013

El juego de Ender


Antes de nada he de aclarar un par de cosas. Lo primero es que NO me he leído el libro. Posiblemente haga mofa o burla de temas que en el libro si están bien desarrolladas. Pero no estoy hablando de libro (que tengo entendido que es excelente) sino de la película. Y en segundo lugar, voy a contar el final y tal, así que si no queréis que desvele nada absteneros de leer. Dicho esto, empiezo.

El mundo está en peligro. La vida en el planeta Tierra pende de un hilo. Una invasión extraterrestre amenaza nuestra especie. Son... polillas!

En un futuro a medio-largo plazo nos visitarán estos habitantes del hiperespacio, más conocidos como "Insectores". Estas polillas de tres metros, en realidad, tienen su corazoncito. No vienen a matar, simplemente a crear una colonia. A unir lazos entre hermanos. A estrechar vínculos.
Obviamente los humanos somos muy nuestros y no necesitamos que venga nadie a ofrecernos una mano amiga. Así que a base de tiros y bombas conseguimos echarles amablemente.

Los Insectores, al ser una raza superior, cogen la indirecta y deciden no volver a molestarnos. Se van a su planeta, se buscan otro sitio para crear su pequeña y pacífica colonia y continúan comiendo ropa felizmente. Pero aún así los humanos seguimos con el runrún en la cabeza. Porque sí. Porque nos puede el resquemor. Se van a cagar, hombre.

Así empieza la Época del Rencor. Gastamos todo lo que no tenemos y más en crear naves espaciales y cañones mega atómicos para dar un escarmiento. Hay un momento en el que incluso se dice el precio de una de las naves. Para que se vea que aquí se hacen las cosas bien. Con el dinero por delante.
Pero tanto gasto en armamento inverosímil pasa factura. Es por eso que el ejército tiene que estar formado por niños. Mano de obra infantil con contratos de prácticas.

Uno de estos niños soldado es Ender. Un chavalito de unos catorce años con bastantes horas de Playstation a sus espaldas.
A Ender le ven buen potencial y por eso deciden que puede ser "el elegido". Lo clásico. Es por eso que lo reclutan para una especie de mili intensiva. Gracias a un puñado de entrenamientos pasa de Don Nadie a Generalísimo por la Gracia de Dios en cuestión de días. Así, con toda la confianza, se pone a las órdenes de Ender todo el mega ejército de la Tierra para ir atacar el planeta de los Insectores.

Total, que en veinte minutos Ender extermina a toda la raza de Insectores. No deja ni el planeta en pie. Aquí se produce el "giro inesperado". "Oh no, he sido el responsable de millones de muertes de forma inconsciente porque me creía que era una simulación. Estoy desolado" ¿No era precisamente para eso por lo que se estaba entrenando?

Casualmente, a menos de diez minutos a pie de la base militar donde está Ender, vive la última polilla reina. La última y única superviviente de su raza. Ender decide llevársela a otro planeta para criarla, cuidarla, casarse con ella y reproducirse (recordemos que es una polilla gigante) cual futuristas Adán y Eva. 
Fin

Lo mejor: El autoconvencimiento americano de Guerra Preventiva.
-"Matad a sus familiares, quemad sus casas y arrasad sus campos"
-"Pero Señor, si no nos han hecho nada"
-"Por si acaso"
Lo peor: Ender es un psicópata que tira la piedra y esconde la mano. Qué fácil es llorar después de asesinar a toda una raza.
Conclusión: Con tan sólo catorce años, Ender adelanta a Hitler y Stalin en puntuación y se corona como líder provisional de la Genocida´s World Series.

1 comentario:

  1. Ultra lol

    El libro es verdad que es muy muy bueno. Pero lo que le hace bueno es justo lo que la película se pasa por sus huevos toreros. De todos modos, se agradece el esfuerzo, aunque el resultado no pueda ser más mediocre.

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